05 diciembre, 2009

A propósito de la causa...

"-¿Qué pretendéis?
¿Qué le pedís a vuestro capitán?
¿Tan fácilmente renunciáis a vuestro proyecto? ¿No calificábais de gloriosa esta expedición?
¿Y por qué era gloriosa? No porque el rumbo fuera suave y apacible como en un mar del Sur, sino porque estaba lleno de peligros y de terror; porque en cada nuevo incidente teníais que dar prueba de vuestra fortaleza, y demostrar vuestro valor; porque lo acechaban los peligros y la muerte, a los que íbais a desafiar y a vencer. Pues se trataba de una empresa honrosa y llena de gloria. En el futuro, seríais considerados benefactores de vuestra especie, y vuestros nombres serían glorificados como los que aquellos que se enfrentaron a la muerte para honor y beneficio de la humanidad. Y he aquí que al primer asomo de peligro o, si queréis, a la primera prueba poderosa y terrible para vuestro valor, os echáis atrás y os conformáis con que os tengan por hombres sin arrestos para soportar el frío y el peligro, y piensen que sois pobres almas ateridas deseosas de regresar al calor de vuestros hogares. Para eso no necesitábais preparación; no hacía falta venir hasta aquí y arrastrar a vuestro capitán a la vergüenza del fracaso, sólo para demostrar que sois cobardes. ¡Ah! Sed hombres; sed algo más que hombres. Sed constantes en vuestros propósitos y firmes como la roca. Este hielo no está hecho del material que están hechos vuestros corazones; es mudable y no podrá resistirse a vosotros, si vosotros queréis. No regreséis a vuestras familias con el estigma de la deshonra impreso en vuestra frente. Regresad como héroes que han luchado y vencido, y no saben lo que es volver la espalda al enemigo".

Shelley, Mary. Frankestein. Biblioteca del Terror. Ediciones Forum. España, 1983. No. 2, p. 104.